Las prácticas para el Buen Vivir, poco a poco van tomando forma dentro de las actividades escolares de las escuelas maristas como lo que deberían ser, una práctica cotidiana, un hábito; hacer que pasen de lo extraordinario a lo ordinario, y que a su vez contagie vida a los que visiten, aprendan, colaboren y no solo participen, sino que cambien su visión del mundo.
Este artículo se basa en compartir una sencilla experiencia de éxito en el Instituto Morelos Secundaria-Preparatoria Marista de Uruapan, Mich., donde a iniciativa de docentes y alumnos de buscar proyectos que pudieran fomentar estas prácticas  partimos de analizar nuestra realidad y definir nuestros objetivos y alcances.

Podrás encontrar mayor información en el articulo del la Revista impulso marista no. 20, pag. 28.